El proceso de Independencia de España que vive Cataluña es imparable. Las manifestaciones de estos últimos 4 años con motivo de la Diada Nacional del 11 de Setiembre, organizadas por la ANC y diversas entidades cívicas, con réplicas los fines de semana anteriores en las principales ciudades del mundo, así lo han puesto de manifiesto, igual como la consulta del 9-N y las próximas elecciones del 27-S.
La manifestación “Cataluña, nuevo estado de Europa”
del 2012, reunió 1.500 000 persones en
Barcelona reclamando la Independencia de Cataluña.
La Vía Catalana del 2013 fue una cadena humana de más de 400 km que, siguiendo el antiguo trazado de la Vía Augusta de N a S de Cataluña, reunió 1.600.000 participantes, 500.000 en las calles de
Barcelona.
La Vía Catalana 2014 o V, convocada con el objetivo de
reivindicar el referéndum de autodeterminación y la independencia de Cataluña,
llenó la Avenida Diagonal y la Gran Vía
de las Cortes Catalanas con 1.800.000 personas según la Guardia Urbana de
Barcelona.
Y el viernes
pasado la Vía Libre hacia la República
Catalana 2015 llenó los 5,2 km de la Meridiana de Barcelona hasta la plaza
de las Glorias con 2 millones de personas. Tenía 10 ejes reivindicativos, representados
por 10 colores: justicia social, bienestar
social, democracia, diversidad, solidaridad, equilibrio social, sostenibilidad,
innovación, cultura y obertura al mundo, y fue una muestra clarísima de lo que
ya se llama la Revolución de las Sonrisas,
por su carácter absolutamente lúdico, alegre, pacífico y democrático.
El carácter
absolutamente pacífico de estos actos reivindicativos multitudinarios protagonizados
por la sociedad catalana, con un aumento exponencial de las estelades, banderas catalanas con la
estrella azul o roja (este año incluso había alguna con la estrella negra por
los muertos por esta causa democrática), llevadas por personas de todas las edades,
sexos y edades y colgadas en los balcones, hasta el punto que en esta última
llevaban casi todos los participantes, hacen pensar que la conciencia de que la
Independencia de Cataluña es
absolutamente necesaria para que pueda ser un país del siglo XXI y que las elecciones al Parlamento de Cataluña,
convocadas para el próximo 27 de septiembre (27-S), tendrán una mayoría absoluta los partidarios de la Independencia
(Juntos por el Sí y la CUP), y el proceso hacia la constitución
de la República Catalana será rápido
y definitivo.
El gobierno
español de Mariano Rajoy, que sistemáticamente
ha hecho caso omiso y ha obstaculizado por medio del Tribunal Constitucional todas las leyes, decretos, medidas y negociaciones
tendentes al reconocimiento de los derechos básicos de Cataluña como país, como acaba de hacer con la hacienda propia, haciendo
que el Presidente de la Generalitat de
Cataluña Artur Mas y diversos consejeros sigan encausados por convocar la
consulta del 9-N, que, a pesar de las enormes dificultades para poder llevarse
a término, obtuvo la absoluta mayoría (80,76%, más de 1 millón 800 mil votos), i
que el espolio fiscal sea
absolutamente insostenible (46 millones de € diarios) y todas las propuestas de seguir formando parte del Estado Español
realmente increíbles para los catalanes y las catalanes conscientes de la
situación política, económica, social y lingüística, y que gobierno el surgido
de les elecciones generales se verán
obligados a abrir un proceso de negociaciones, que será muy largo y difícil,
pero ineludible dado el grado de deterioro de las condiciones a que ha estado
sometida la sociedad catalana por parte de gobiernos e instituciones supuestamente
democráticos, y el absoluto enrucamiento de los mismos.
©Joan B. Fort
Atlixco, 15 de septiembre de 2015
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