Jugabas
de maravilla,
ordenabas
todo el juego,
honrabas
la camiseta;
ahora todos te recordamos,
nervio neerlandés
puro.
Componías
con las piernas,
reías y
reíamos contigo,
ubicabas
al contrario,
implicabas
a todo el equipo,
fomentabas
el buen rollo;
finalmente
eras un crac.
©Joan B. Fort Olivella
Atlixco, 31 de marzo de 2016