Acabo de
leer la novela del poeta francés Yves Bonnefoy que lleva este título y constituye
sobretodo un recorrido por el arte toscano del Renacimiento, de la pintura de Paolo
Ucello a la de Nicolas Poussin, pasando por la de Piero de la Francesca y la de
Leonardo da Vinci, la escultura de Michelangelo y la arquitectura de Palladio,
pero que desde su Tours natal llega hasta Venecia, Roma y Delfos, y salta por
medio de la fotografía hasta la India, el desierto de Gobi y el Tíbet,
brindando una bella reflexión sobre el arte, la vida y el viaje, real o en
sueños, y la búsqueda de la belleza y la perspectiva en su sentido más amplio y
profundo, y hace de su lectura otro placentero viaje y nos hace recordar la
grandeza de unos artistas, conocidos o anónimos, y su trascendencia más allá
del horizonte de su tiempo y espacio. Pero esto es el arte al fin.
©Joan B.Fort Olivella
Atlixco, 15 de julio de 2014.