Suspiros y pirámides.
Suspiro por tus pirámides.
Beso tus pirámides.
Me subo a tus pirámides.
Abrazo tus pirámides.
Entro y salgo del túnel angosto
de tu vagina.
Luego me arrepiento y pienso:
Primero debo quererte,
porque es feo hacerte mía
si no tengo el amor que dedo darte.
Anoche sin embargo
te amé hasta el cansancio,
te dije casi gritando:
Eres mi vida y consuelo.
©Joan B. Fort Olivella
Atlixco, julio de 2011-marzo de 2012.
Con la ayuda de Javier Duhart
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