miércoles, 13 de febrero de 2013

Los Gozos y Lamentos de Javier Duhart

Es propio del ser humano compartir sus pensamientos, sentimientos y emociones con palabras, a veces llenas de pasión y de recuerdos, y otras de rencor y sufrimiento. Pero cuando se hace con la sensibilidad y sensualidad que transmite Javier Duhart en toda su creación literaria, sale una obra de arte que es obligado a su vez compartir y recordar a los demás, porque uno se identifica y se enriquece con ella.

Este es el caso de su primer poemario, titulado finalmente y acertadamente Dosis de Gozos y Lamentos, publicado por una editorial pequeña pero distinguida como Fridaura,  que dirige el también poeta Jorge Contreras Herrera, quien en el prólogo valora justamente y que acabé de leer la otra noche mientras no podía conciliar el sueño, pero que ya había ido degustando de su boca desde que nos conocimos y nos brindó su amistad, y en dos entregas previas impresas que al final se han depurado en ésta, para ofrecernos una imagen pulcra y veraz de su trayectoria amorosa hacia las mujeres que han marcado su vida y que han alcanzado altos vuelos con Yola.

También muestra su amor hacia sus países ancestrales y nativo, que conoce en profundidad como ha demostrado en sus 6 novelas publicadas, la última de las cuales, titulada El Estudio también nos regaló y me muero de ganas por leer en cuanto tanto mensaje y turbulencia política me deje algo de tiempo. Porque en él me ha compartido muchos de estos poemas cuando aún estaban en la computadora.

“Silencio”, “Afortunados”, “Cruel”, “Fantasmas”, “País herido”, “Soledad”, “Amor es la copa divina” o “Desnudarse” son algunos de los poemas que con su sólo nombre y contenido nos llenan los sentidos, la cabeza y el corazón con su sinceridad y plenitud.

©Joan B. Fort Olivella
Atlixco, 12 de febrero de 2012

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