viernes, 20 de abril de 2012

A la beata Oda en el día de su onomástica

Beata Oda.
Los poetas te veneramos.
Otra cosa es que sepamos
dar con el tono adecuado,
las palabras, los pasajes
que definan los paisajes
sin caer en lo trillado.

Libradnos de ser pedantes,
pesados, delirantes
y estar fuera de lugar.
Permitidnos encontrar
el ritmo que dé a tu pieza
toda la gracia y belleza.

Te usaron en Grecia
Píndaro para dar gloria
a los dioses, héroes y atletas,
Alceo a los guerreros,
Safo para el amor.

En Roma les siguió Horacio
cantando al gran Augusto,
al campo y a la amistad;
Catulo a su Lesbia amada.

Spencer cantó a la reina,
Mellieb a María de Médicis,
y John Bryden lo usó
como una gran herramienta.

Sor Juana con celo;
Garcilaso a otro poeta,
 al poder de Cupido
y en liras de alto vuelo.

Ronsard y Víctor Hugo,
Manzoni y Tasso,
Neruda y otros autores
te usaron para cantar
a sus amadas y flores.

Y en mi tierra, Cataluña,
Aribau y Verdaguer,
Maragall, Riba, Carner,
Bartra y Pere Quart
para cantar con amor
a su patria y capital
con versos inolvidables
por su grandeza sin par.

©Joan B. Fort Olivella
Atlixco, 20 de abril de 2012

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