viernes, 1 de abril de 2016

Johan Cruiff


Jugabas de maravilla,
ordenabas todo el juego,
honrabas la camiseta;
ahora todos te recordamos,
nervio neerlandés puro.

Componías con las piernas,
reías y reíamos contigo,
ubicabas al contrario,
implicabas a todo el equipo,
fomentabas el buen rollo;
finalmente eras un crac.

©Joan B. Fort Olivella
Atlixco, 31 de marzo de 2016